国产精品视频

Skip to content
La salud de los inmigrantes se quiebra, y empeora, mientras esperan en refugios fronterizos

La salud de los inmigrantes se quiebra, y empeora, mientras esperan en refugios fronterizos

Muchos migrantes se enferman y no tienen acceso a atenci贸n m茅dica mientras esperan en la frontera entre M茅xico y Estados Unidos. Pronto despu茅s que Rosa Viridiana Ceron Alpizar (der.) y su familia, incluyendo su hermano Angel (segundo desde la der.) y su pareja, Pablo, llegaron al refugio temporal en Ciudad Ju谩rez, en M茅xico, su hija de 9 y su hijo de 1, se enfermaron. (Renuka Rayasam/KHN)

CIUDAD JU脕REZ, M茅xico – La hija de 9 a帽os y el hijo de 1 a帽o de Rosa Viridiana Cer贸n Alpizar enfermaron dos d铆as despu茅s de llegar, en junio, a un albergue temporal para migrantes, en la frontera con Estados Unidos. La mayor铆a de los ni帽os que estaban en aquel gimnasio ten铆an problemas estomacales despu茅s de que les sirvieran una comida de salchichas y frijoles, record贸.

La hija de Alpizar mejor贸 r谩pidamente, pero su hijo no. Jos茅 ten铆a fiebre y diarrea, y vomitaba. Cuando las enfermeras del refugio le dijeron que ya no pod铆an hacer m谩s por el ni帽o, Alpizar busc贸 a un m茅dico privado que le recet贸 antibi贸ticos.

A mediados de junio, Alpizar, su pareja, sus hijos y su hermano se trasladaron a , una antigua f谩brica que el gobierno mexicano hab铆a adaptado para albergar a los migrantes que esperaban cruzar a Estados Unidos. Pero, semanas despu茅s, un m茅dico le dijo que su hijo no mejoraba. “Me ense帽贸 de nuevo la gr谩fica y me dijo que segu铆a igual”, cont贸 Alpizar mientras se encontraba en un centro comercial cercano al albergue. “Sigue desnutrido”.

Hace tres a帽os, M茅xico contaba con pocos refugios para los migrantes que se dirig铆an a Estados Unidos. Las personas que solicitaban asilo, como Alpizar y su familia, se presentaban ante las autoridades estadounidenses y, por lo general, eran detenidas en instalaciones estadounidenses o liberadas bajo palabra mientras esperaban la resoluci贸n legal de sus casos. Y contaban con acceso potencial al sistema sanitario estadounidense.

Pero un conjunto de pol铆ticas de inmigraci贸n estadounidenses, un de solicitantes de asilo y refugiados, y la pandemia de covid-19 han transformado las ciudades fronterizas mexicanas en zonas de retenci贸n para personas que esperan que las pol铆ticas cambien para poder cruzar y dirigirse al norte. Sin embargo, a pesar de los recientes esfuerzos del gobierno de Biden por deshacer algunas de esas pol铆ticas, parece que poco va a cambiar en los pr贸ximos meses. Alpizar y su familia se encuentran ahora entre los miles de personas que viven en docenas de refugios construidos recientemente en Ju谩rez, a pocos kil贸metros de El Paso, Texas.

La espera, , hace que algunos migrantes, como los hijos de Alpizar, desarrollen problemas de salud. Han aumentado las dolencias cr贸nicas, como la hipertensi贸n o la diabetes, personas que viven en condiciones extremas se han quedado sin atenci贸n, y se ha agravado el trauma que sufren quienes huyen de sus hogares.

Seg煤n el T铆tulo 42, una orden de emergencia de salud p煤blica que la administraci贸n Trump invoc贸 por primera vez en marzo de 2020 para detener la propagaci贸n de covid, Alpizar y su familia no pueden presentarse en un puesto de control fronterizo y solicitar asilo pol铆tico: ser铆an inmediatamente expulsados a M茅xico sin una revisi贸n.

La f谩brica Leona Vicario en Ciudad Ju谩rez, M茅xico, fue transformada en un refugio para migrantes. Est谩 a pocas millas de El Paso, Texas. (Rosa Viridiana Ceron Alpizar)

Esta pol铆tica, una de las que han mantenido a los migrantes en M茅xico, es en realidad “contraproducente” para proteger a las personas de covid, seg煤n la .

El albergue Leona Vicario ha sufrido brotes de y desde su apertura en 2019. Sigue siendo considerado uno de los mejores refugios porque el gobierno mexicano lo administra. Los refugios privados, y sin fines de lucro, operan con poca supervisi贸n, y su calidad var铆a.

Algunos migrantes duermen en la calle. En general, las condiciones en que viven hacen que las personas enfermen, y la atenci贸n m茅dica es limitada, se帽al贸 Gabriela Mu帽oz, gestora del Centro de Defensa del Inmigrante Las Am茅ricas, en Ju谩rez.

Alpizar decidi贸 viajar a la frontera desde Cuernavaca, una ciudad al sur de Ciudad de M茅xico, tras un intento de secuestro de sus hijos, seg煤n cont贸. Ese mismo d铆a, su hermano 脕ngel y su pareja, Pablo Sandoval Arce, fueron golpeados cuando volv铆an a casa despu茅s de hacer un trabajo de pintura en un apartamento. Ella le dijo a Pablo, el padre de Jos茅, que no era una coincidencia.

Alpizar denunci贸 los incidentes a la polic铆a local, pero le dijeron que no se pod铆a hacer nada. Unos d铆as despu茅s, llegaron a Ju谩rez con dinero de la t铆a de Alpizar que vive en Carolina del Sur, y que hab铆a ayudado a criar a Alpizar y a su hermano tras la muerte de su madre. Alpizar est谩 tratando de conseguir una exenci贸n al T铆tulo 42 que permita a su familia presentar una solicitud de asilo y reunirse con su t铆a hasta que se resuelva su caso.

Las Am茅ricas recibe unas 4,000 llamadas al d铆a, seg煤n Crystal Sandoval, directora del centro de El Paso. Solo unas 100 obtienen respuesta. Alrededor del 70% de las personas que llaman necesitan atenci贸n m茅dica: requieren un tratamiento inmediato contra el c谩ncer, tienen una enfermedad como la diabetes que est谩 fuera de control o han desarrollado una anemia. Otras han sido agredidas sexualmente o tienen embarazos de alto riesgo. Entre 60 y 90 personas a la semana reciben ayuda de la organizaci贸n para conseguir exenciones, lo que les permite solicitar asilo y esperar en Estados Unidos a sus citas judiciales.

Los activistas de inmigraci贸n afirman que el T铆tulo 42 no solo ha perjudicado a la salud p煤blica, sino que la norma se ha aplicado de forma selectiva. La Oficina de Aduanas y Protecci贸n Fronteriza de Estados Unidos (CBP) ha detenido a inmigrantes alrededor de 1,7 millones de veces en el actual a帽o fiscal federal, que comenz贸 el 1 de octubre. Aproximadamente la mitad de esos arrestos dieron lugar a una expulsi贸n en virtud del T铆tulo 42, .

Rosa Viridiana Ceron Alpizar hace las compras con su familia.(Renuka Rayasam/KHN)

Un 65% de los expulsados eran personas de M茅xico, mientras que la gran mayor铆a de las otras expulsiones involucraban a personas de El Salvador, Guatemala y Honduras. En abril, sin embargo, las autoridades estadounidenses permitieron temporalmente la entrada en Estados Unidos de .

En este contexto, la historia m茅dica de la familia Alpizar no es la m谩s extrema. Otros migrantes tienen necesidades inmediatas que amenazan sus vida. En 2019, despu茅s de cinco meses de espera en un refugio, , la misma semana en que los funcionarios procesaron su solicitud de asilo. Muri贸 de sepsis, neumon铆a y tuberculosis, .

La situaci贸n de Alpizar refleja c贸mo la pol铆tica de inmigraci贸n de Estados Unidos ha externalizado la atenci贸n a los migrantes a M茅xico, se帽al贸 , investigador de inmigraci贸n de la Universidad de Texas-El Paso, que conoci贸 a Alpizar durante una visita semanal a Leona Vicario.

Los tribunales federales han retrasado o bloqueado los intentos de la administraci贸n Biden de levantar algunas pol铆ticas de inmigraci贸n. En mayo, d铆as antes de que Alpizar iniciara su viaje, .

Algunas organizaciones sin fines de lucro, por su parte, tratan de ayudar a los inmigrantes a acceder a la atenci贸n m茅dica durante sus esperas en la frontera. El Hope Border Institute, una organizaci贸n cat贸lica, cre贸 un fondo para ayudarles a acudir a m茅dicos privados, pagar las estancias en el hospital, conseguir las recetas y cubrir el transporte a las citas.

Cuando un m茅dico aconsej贸 a Alpizar que pusiera a su hijo en una dieta especial, la familia fue a comprarle alimentos que no hab铆a en el refugio, donde viven unas 600 personas. Pero ese mismo d铆a, cuando abrieron el refrigerador que comparten los residentes del refugio, la fruta y el yogur hab铆an desaparecido. Ahora, Pablo compra tres veces a la semana y solo trae peque帽as cantidades para mantener a su hijo alimentado.

A finales de julio, un m茅dico del centro de acogida diagnostic贸 a Jos茅 una conjuntivitis y le administr贸 un colirio antibi贸tico. Poco despu茅s, su hermana, Zoe, dio positivo en la prueba de covid, y trasladaron a toda la familia a la sala de aislamiento del refugio.

Los problemas gastrointestinales, las enfermedades respiratorias, como covid, y las afecciones cut谩neas son comunes en los centros de acogida, como los refugios, donde la gente se hacina en espacios reducidos, explic贸 la doctora Julie Linton, copresidenta del Consejo de Salud Infantil y Familiar de los Inmigrantes de la Academia Americana de Pediatr铆a. Ella ha tratado a muchos ni帽os reci茅n llegados que ten铆an m煤ltiples infecciones parasitarias porque carec铆an de agua limpia o por la falta de condiciones higi茅nicas durante su viaje.

Jos茅 podr铆a tener algo a煤n m谩s grave, pero la atenci贸n especializada y las pruebas no est谩n disponibles para los migrantes, dijo el doctor Bert Johansson, un pediatra de El Paso que es voluntario en los refugios mexicanos.

O puede que Jos茅 solo necesite un lugar estable para recuperarse.

El estr茅s cr贸nico suprime el sistema inmunol贸gico, lo que hace que las infecciones sean m谩s probables y la recuperaci贸n m谩s dif铆cil, apunt贸 Linton. Las largas esperas tambi茅n provocan o intensifican los traumas existentes, se帽al贸 Marisa Lim贸n, directora del Hope Border Institute. Las enfermedades mentales son las condiciones de salud m谩s frecuentes entre las personas de los refugios y centros de detenci贸n, a帽adi贸 Linton.

En julio, los funcionarios de Las Am茅ricas le dijeron a Alpizar que tendr铆a que esperar al menos de ocho a diez semanas antes de saber si su familia recibir铆a una exenci贸n.

Alpizar ha considerado la posibilidad de cruzar ilegalmente, pero no tiene los fondos necesarios. Un sentimiento de desesperaci贸n ha llevado a los migrantes .

La falta de v铆as legales para solicitar asilo “hace que la gente se arriesgue m谩s, en zonas m谩s peligrosas”, dijo Eddie Canales, director del Centro de Derechos Humanos del Sur de Texas. “La frontera es un cementerio”.